La cirugía ha sufrido una gran revolución en los últimos años. Cada vez más, podemos conseguir solucionar los problemas de nuestros pacientes sin necesidad de grandes heridas,sino mediante pequeñas incisiones a través de la piel. Existen muchas técnicas muy extendidas (endoscopia, artroscopia, laparoscopia…)
En la columna vertebral el cambio en las técnicas quirúrgicas es más reciente. El objetivo de estas técnicas es hacer el menor daño a la musculatura de la espalda, el postoperatorio sea menos doloroso y el paciente pueda reincorporarse, lo antes posible, a su vida diaria.
La cirugía endoscópica de la hernia discal permite extraer la hernia y descomprimir el nervio raquídeo por medio de una pequeña incisión en el costado de apenas 8mm. El paciente puede irse a casa esa misma tarde o el día siguiente con mínimas molestias.
Para realizar una artrodesis lumbar (fijar dos vértebras), los tornillos y las barras se introducen por pequeños orificios que se realizan en la piel, sin despegar la musculatura del hueso (apófisis espinosas y láminas vertebrales) todo bajo control radiológico. El disco intervertebral se extrae y se sustituye por un implante de Peek relleno de hueso del mismo paciente para obtener la fusión. Está técnica disminuye el daño muscular y hace que la recuperación sea más rápida y menos dolorosa, obteniendo los mismos resultados a largo plazo que la cirugía abierta tradicional.